
Iba caminando hacia el destino, por un sendero lleno de flores, prácticamente paradisiaco. Era placentero mirar a los alrededores i ver tanta belleza desparramada como semillas al boleo. Sentía felicidad sabiendo que en ese momento de placer no tenia preocupaciones, no tenia responsabilidades. Las flores bailaban con el sol, las aves cantaban, el agua i los árboles tocaban su dulce música. Todo era perfecto, todo debería seguir así. IMPOSIBLE, en cualquier momento tenía que caer la noche, es parte del día. Las flores se echan a dormir, al igual que las aves. El agua se vuelve oscura e invisible, los árboles tienen aspecto tenebroso i hay mucha oscuridad. Entonces mis pasos toman precaución, pienso con frialdad cada uno de ellos. Mi cínica conciencia lo sabe, ahí un animal asechando por allí. El peligro puede estar en todos lados, no ahí nada ni nadie que me guíe en mi camino, estoy solo. Sufrí varios ataques, varios golpes, varias caídas, estaba exhausto, no sabía como seguir. Es un bosque lo que antes era un hermoso parque. Tal vez tenga que echarme a descansar, pues no podré terminar mi camino si no tomo las fuerzas suficientes. Construiré una choza, algo que me proteja de posibles peligros, donde resguardarme para dormir i poder seguir mi camino mas tarde, ya en ella, cierro los ojos. Ganas de soñar, ganas de viajar a un mundo donde todo era como antes, colorido i feliz. Al despertar todavía no aclarecía, pero estaba seguro de que lo haría. Tomo lo necesario para seguir i vuelvo a comenzar, con paciencia i perseverancia en mi propósito. Noté que el sol volvía a asomarse por el horizonte, con su hermoso resplandor de mañana. Su majestuosa belleza se presentaba otra vez ante mí, indicándome el camino a seguir. Fue entonces cuando me dije a mi mismo que ese sería el día en que completaría mi camino. Y entonces entendí que valió la pena enfrentar la noche, solo si la conocía volvería a ver el amanecer otra vez. No todo volvió a ser como antes, algunas aves habían volado a otros sitios, algunas flores se habían quemado con el frío y muchos árboles tenían marcas de animales, cortezas rotas i rasguños. Al mirar atrás i ver que por mas bella que sea la mañana no era la misma de ayer, sino con algunos rayos menos de luz, se veía diferente, un poco mas opaco, pero de todos modos se veía claro i bello. Decidí dar pasos grandes i con fuerza en honor a todo aquello que me había hecho feliz i que ahora no esta, o está peleando por volver a ver el amanecer. Con todo lo que me quedaba me tiré a carrera, corrí y corrí dejando varias lagrimas por ahí, recordando mi ayer feliz, i mi hoy desesperado. Allí estaba el atardecer desmoronándose en lucha con la noche, otra mas? no podía ser, tenia que correr mas fuerte para llegar a mi destino! Corrí un poco mas, i lo vi acercándose, era lo que tanto buscaba, estaba ahí una luz incandescente. Fui feliz, otra vez.
No hay comentarios:
Publicar un comentario